martes, 1 de julio de 2008

como se derrite el cosmos I

habíamos llegado muy seguras, sin saber mucho más que ésto y aquello. y claro, ellas eran las más dispuestas, y yo, la más distraída. no es que no me hubiese importado del todo, solo que no pensaba en ello. nunca quize. es que me sentiría mal, y arruinaría la noche de todos, y nadie quiere ser aguafiestas. pues tampoco pensé que lo sería, porque ya dije, estaba distraída, simplemente no se me pasó por la cabeza. y se empezaron a acercar, mientras telepáticamente con mi amiga intuíamos lo que pasaba. nos reíamos solas. conversabamos así, a través de miradas, si ni nos escuchabamos, de qué importaba hablar. y como les decía, se acercaron, y obvio pasó, y hasta fue lindo, porque se veían bien. yo no me veía bien con nadie, ni quería verme bien con nadie, ni con la de 25 que harto me hablaba, yo aún sigo sin saber que quería, ellas dicen que de lo bueno, pero y a mí qué, si estaba distraída, yo solo bailaba, y le pegaba al resto sin quererlo, pues estaba sola, estaba distraída. no me importaba nada. eran las cinco y media de la mañana y en el paradero unos tipos así de apariencia fea le pegaban a otros tipos de apariencia fea. les tiraban botellas y les gritaban improperios, unos a los otros, sin control, al rededor de nosotras. nosotras ahí al medio, solo queríamos tomar la micro, y sí, yo tenía miedo, porque soy miedosa, pero eramos tres, y ellas muy seguras, me sentí bien. el taxista nos preguntó qué había pasado, "nada, unos flaites robandole a otros flaites, cosas de todos los días, como si fuera nuevo..." decía una con un tono de seguridad y desgano que no me parecían nuevos en ella. pues la conozco bien, y sé que haría lo imposible por nosotras, y por los que ama. aunque hayan algunos que no crean eso, es que no todo depende de ella, ella no siempre está ahí. pero qué importa, total teníamos tres lucas y el taxi habia parado cerca de los leones, igual quedaba harto. esperariamos la micro por lo menos en un lugar más seguro. y nos subimos y casi nos quedamos dormidas, pero era como una pelota saltarina, imposible con todo ese movimiento. me dolían harto las piernas recuerdo, bueno es bien normal, igual hubiera podido seguir bailando, nadie me para cuando estoy así, nadie. pero llegamos y nos tomamos una sopa china de las mejores que recuerdo. tres sabores. una olla. tallarines. rico rico. un poco de tele y a descansar. cuando despertamos teniamos calor, era raro, era rico igual. tercer piso, el sol por el este. directo al ventanal, inmenso. sonreí, no podía ser mejor, aunque seguía distraída.

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